Nos sumamos a la consigna de ONUSIDA para conmemorar este 1 de diciembre el Día Mundial de Lucha contra el VIH-Sida:
Poner fin a las desigualdades.
Poner fin al sida.
Poner fin a las pandemias.
Sin una acción audaz contra las desigualdades, el mundo corre el riesgo de no alcanzar los objetivos de acabar con el sida para el año 2030, así como de sufrir una prolongada pandemia de la COVID-19 y una crisis social y económica cada vez mayores.
Por otro lado, los últimos datos (al cierre de 2020) con relación al VIH indican que hay una ralentización en el ritmo al cual se van reduciendo las nuevas infecciones por el VIH, se va aumentando el acceso al tratamiento y se va terminando con las muertes relacionadas con el sida.
- 1,5 millones de personas contrajeron el VIH
- 37,7 millones de personas estaban viviendo con el VIH en 2020
- 680 mil personas murieron por enfermedades relacionadas con el sida en 2020
Justo cuando han pasado cuatro décadas desde que se dieron a conocer los primeros casos de sida, el VIH sigue amenazando al mundo.
El mundo ahora está lejos del camino para llegar a hacer realidad el compromiso compartido de acabar con el sida para el año 2030, pero no debido a una falta de conocimientos, capacidad o medios, sino a las grandes desigualdades estructurales que obstaculizan las soluciones que está demostrado que funcionan en lo relativo a la prevención y el tratamiento del VIH.
Hacerle frente a las desigualdades, además de ser un elemento central para acabar con el sida, ayudará a promover los derechos humanos de los grupos de población clave y las personas que viven con el VIH, preparará mejor a las sociedades para vencer la COVID-19 y otras pandemias, y servirá de apoyo para la recuperación económica y la estabilidad.
Si queremos poner fin al sida para 2030, debemos acabar urgentemente con las desigualdades económicas, sociales, culturales y legales.
Los niños siguen quedando atrás
Unos 800 mil niños que viven con el VIH no reciben el tratamiento que necesitan para seguir viviendo, advirtió el Programa Conjunto de las Naciones Unidas sobre el VIH/sida (ONUSIDA) en la víspera de conmemorarse este 1 de diciembre el Día Mundial de Lucha contra el VIH-Sida.
«Los servicios de prevención y tratamiento del VIH parecen estar olvidando a los grupos de población clave, así como a los niños y adolescentes», precisó el Programa en un comunicado en el que también advirtió la gran mayoría de personas infectadas no tiene acceso prioritario a las vacunas contra el Covid-19 aunque corren mayor riesgo de padecer una complicación grave derivada del coronavirus.
«No hemos aprendido las grandes lecciones que nos dio el VIH, cuando a millones de personas se les negó el tratamiento que podía salvar sus vidas y murieron por la desigualdad para acceder a dichos medicamentos», subrayó la directora ejecutiva de ONUSIDA, Winnie Byanyima.
En relación con las pruebas y el tratamiento del VIH, el informe destacó que «han aumentado enormemente en los últimos 20 años». En números, 27,4 millones de los 37,7 millones de personas que vivían con el VIH ya estaban en tratamiento en 2020. Sin embargo, se advierte que «las brechas en la prestación de servicios son mucho mayores para los niños que para los adultos».
Las cifras marcan que unos 800 mil niños de entre 0 y 14 años que vivían con el VIH el año pasado no recibían tratamiento para el VIH. En proporciones, la cobertura del tratamiento fue del 74 % para adultos, pero solo del 54 % para niños. Por otro lado, a muchos niños no se le realizaron las pruebas del VIH al nacer y a día de hoy desconocen su estado serológico, lo que hace que sea un gran reto encontrarlos y brindarles los cuidados adecuados.
Comunicado de organizaciones, redes y activistas de la sociedad civil con trabajo en VIH:
EL TIEMPO ES AHORA
Desde el colectivo de organizaciones que trabajamos desde hace décadas en la respuesta al VIH -para reivindicar derechos vulnerados y alcanzar una mejor calidad de vida-, manifestamos, no solo el respeto a nuestros derechos y el de todas las personas que viven con VIH, sino también la necesidad de contar con una nueva LEY de SIDA, que no solo incluya la problemática específica ligada al VIH, sino también que contemple otras enfermedades que nos afectan y son altamente recurrentes como la Hepatitis virales, tuberculosis y otras infecciones de transmisión sexual.
También abogamos por el respeto a las diferentes diversidades e identidades.
En la Argentina, según los datos del último Boletín sobre VIH e infecciones de transmisión sexual (ITS) de noviembre de 2020, se estima que 136 mil personas viven con VIH. El 67% de las personas que conoce su diagnóstico se atiende en el subsistema público de salud y 60 mil están se encuentran en tratamiento antirretroviral en el mismo.
Por año se producen un promedio de 4.800 nuevos casos, diagnosticándose 2,3 varones con VIH por cada mujer con el virus. En cuanto a la oportunidad del diagnóstico, el 30,2% se realiza en una etapa avanzada de la infección: en el 26% de las mujeres y en el 32,1% de los varones. El 40% de los nuevos diagnósticos son jóvenes y adolescentes entre 15 y 29 años.
La principal vía de transmisión del VIH son las relaciones sexuales sin uso del preservativo (98%). Entre los varones, el 60% se infecta durante prácticas sexuales con otros varones y casi el 40% durante relaciones sexuales con mujeres.
En cuanto a la transmisión perinatal, 4,6 de cada 100 bebés que nacen de personas gestantes con VIH son diagnosticados/as con el virus.
También sabemos que las personas que viven con VIH que toman su medicación -según lo indica su médico tratante- y tienen su carga viral INDECTABLE (durante más de 6 meses), NO PUEDEN TRANSMITIR el Virus ni Infectar a su pareja sexual. Por eso decimos, INDETECTABLE=INTRANSMISIBLE.
También seguimos señalando hoy, después de 40 años de pandemia, que tener el VIH no es sinónimo de SIDA. EL SIDA es la etapa final cuando las defensas del organismo claudicaron y no pueden defendernos de ataques externos de otros virus y nos enfermamos, y podemos llegar a morir. Por eso la importancia de la detección y diagnóstico temprano de la infección por el VIH, para poder entrar en un tratamiento que impida la replicación del VIH y su ataque a nuestro sistema de defensas.
Asimismo, es importante la PREVENCION, que significa cuidarnos y cuidar a nuestra pareja sexual, a nuestros hijos y a toda la comunidad en la que nos vemos insertos.
Prevención que no puede dejar de lado a las organizaciones sociales territoriales, redes y colectivos de personas que viven con VIH, que conocemos las practicas y cultura en la que nos movemos. Prevención, que además debe ser financiada por el ESTADO, no solo reconocida en los acuerdos y tratados internacionales.
La Organizaciones de la Sociedad Civil y redes de personas que viven con VIH, deben ser parte irremplazable en la planificación, ejecución, monitoreo y evaluación de las políticas públicas, en este caso, ligadas a la respuesta integral de VIH.
Y decimos Respuesta Integral, porque no solo hay que contemplar la cuestión biológica y biomédica, sino también todos los determinantes sociales y culturales que son transversales y hacen a una mejor calidad de vida. Tampoco podemos erradicar el VIH, sin un compromiso de los otros dos sectores: ESTADO y SECTOR PRIVADO.
Hoy, no solo tenemos una LEY DE SIDA que data de 1990, sino que estamos reconstruyendo la SALUD PUBLICA que ha sido desmantelada y degradada por la anterior gestión del Presidente MACRI.
SI bien el Ministerio de SALUD ha vuelto a ser Ministerio, después de haber sido rebajado a una simple Secretaria de Salud, aún quedan ciertos retos para la Administración del Presidente Alberto Fernández, como ser:
-Que la respuesta al VIH y SIDA este en la agenda política a nivel nacional y en cada distrito, jerarquizada.
-Que tengamos una nueva LEY, acorde a las necesidades de hoy y nuevos descubrimientos científicos.
-Que se nombre un DIRECTOR DE SIDA, que hoy no tenemos.
-Que se determine un Presupuesto específico para el fortalecimiento de las organizaciones comunitarias y redes que intervienen en la prevención y promoción de la salud en territorio, para ampliar la respuesta al VIH y enfermedades asociadas.
-Que se realice la detección del genotipo y fenotipo, antes de iniciar cualquier tratamiento médico y toma de antivirales, para evitar ¨posibles fallos¨.
-Que se siga ampliando la concientización y se amplié el acceso a la PrEP, como una de las estrategias de prevención del VIH en la cual las personas que no tienen VIH, pero que tienen prácticas que pueden exponerlos a la transmisión del virus, tomen un medicamento antirretroviral y así reducen la posibilidad de adquirirlo. La PrEP está recomendada por la Organización Mundial de la Salud (OMS) como parte del abordaje de la prevención combinada junto con el preservativo..
-Que se trabaje para erradicar el estigma y la discriminación de todas las poblaciones claves.
-Que se refuerce toda la educación sexual integral, desde la primera infancia y desde una perspectiva de género.
-Que se tenga una visión más integral de la problemática, no solo biológica sino también que se mire a las personas en todos sus contextos y necesidades.
Esto implica democratizar el poder y un nuevo paradigma, donde se valore el gran aporte que venimos haciendo el sector de las organizaciones sociales y las distintas redes existentes en el sector social.
EL TIEMPO ES AHORA. NO PODEMOS ESPERAR!
LA SALUD PUBLICA ES UN BIEN SOCIAL Y UN DERECHO AL QUE NO PENSAMOS RENUNCIAR.
Firmantes: FUNDAMIND – Comisión Provincial por la Memoria (CPM) – RAP + 30 – ROCK & VIDA – GRUPO SOLIDARIO SER HUMANO + Red de Personas con VIH de Mar del Plata – Asociación Civil Gondolín – Asociación Civil EL Logro de Volver a Vivir – 7 H Asociación Civil – Asociación Civil Prevenir es Cuidar – Asociación Civil 23 de Septiembre – Dra. Gabriela Piovano – Dr. Marcelo Beltrán – Dra. Regina Montefusco – Juan Alberto Cimino – Angel Pepey – Gilda Colman – Cristina Bobadilla – Maria del Carmen Allende – Rosa Retamar – Raquel Cejas – Sandra Lopez – Liliana Renee D´Angelo – Selva Mabel Cabrera, Vanina Marai, Antonella Primavera – Comedor Merendero Las guerreras de Acuba – Comedor El Alba – Laura Alvarez – Daniela Ferrero – Maria Alejanda Loriro – Irma Hervaz – Mónica González Bigetti – Diego Omar Tevez – Karina Granado