La pobreza afecta más a las mujeres. Para salir de la pobreza se requiere cada vez más acceso y conocimiento sobre el uso de tecnologías digitales, además de conectividad. Pero la pobreza también hace muy difícil para las mujeres acceder y saber usar esas tecnologías.
Este es un círculo perjudicial para un sector de la población que se aleja cada vez más de la posibilidad de movilizarse de manera ascendente y que, incluso, ve amenazada la continuidad de la ya de por sí insuficiente ayuda que le brindan los gobiernos.
Muchas de las familias que asisten a FUNDAMIND están conformadas por mujeres solas con sus hijos. Algunas de ellas son migrantes, la mayoría no tiene trabajo formal ni estable y varias viven en pensiones, es decir, tampoco tienen una vivienda regular. Todos los trámites que requiere atender su salud, educación, la asistencia social y otros son un desafío para quienes tienen apenas un dispositivo móvil antiguo y con planes de conexión sumamente limitados.
La pandemia desnudó esa dificultad de modo flagrante. Los niños y niñas debían conectarse desde casa al mismo tiempo que los adultos debían hacerlo para trabajar o realizar otro tipo de trámites. Varias personas, aisladas, con un dispositivo y mala o nula conexión.
FUNDAMIND trabajó de cerca con cada familia durante esos meses para que ninguno de los 200 chicos que asisten al Centro de Primera Infancia de la fundación se desvinculara. Pero los problemas subsisten y la brecha de género en cuanto al uso de la tecnología se hace lema en este nuevo 8 de marzo.
Las Naciones Unidas, en efecto, plantearon para esta conmemoración del Día de la Mujer la consigna Por un mundo digital inclusivo: Innovación y tecnología para la igualdad de género. “Su infrarrepresentación profesional y académica en las disciplinas de ciencias, tecnología, ingeniería y matemáticas sigue siendo un importante obstáculo para su participación en la gobernanza y el diseño de la tecnología”, aseguran.
En esta oportunidad, también se apunta a que “la omnipresente amenaza de la violencia de género en línea —combinada con la falta de amparo legal— las obliga demasiado a menudo a abandonar los espacios digitales que ocupan”.
La otra cara de la moneda es que, de acuerdo al análisis de la ONU, las tecnologías digitales “están abriendo puertas para el empoderamiento de las mujeres, las niñas y otros grupos marginados en todo el mundo”. En ese sentido, se señala que “desde la formación digital sensible al género a los servicios de salud reproductiva y sexual facilitados por la tecnología, la era digital ofrece una oportunidad sin precedentes para acabar con todas las formas de disparidad y desigualdad”.
Si bien es cierto que la digitalización de muchos procesos educativos, sanitarios, laborales y productivos en general facilita algunos caminos para la inserción socioeducativa de niñas, adolescentes y mujeres en general, también hay nuevas amenazas como el ciberacoso, el grooming y la información basura que puede afectar notablemente la integridad y la conducta de esas personas.
Estas problemáticas, sumadas a la inequidad en el acceso a las tecnologías en un país donde millones de mujeres y niñas viven en situación de pobreza, requieren de políticas públicas donde el objeto no sea la difusión de la tecnología si no las personas que son sujeto de derechos y necesitan de esa herramienta para poder ejercerlos.
Desde las organizaciones de la comunidad, como FUNDAMIND, se trabaja día a día para que las niñas y los niños se acerquen al mundo digital de manera lúdica y segura al mismo tiempo, en tanto se colabora para que las mujeres jefas de familia puedan superar las barreras que significa el desconocimiento o la falta de recursos tecnológicos en el mundo actual.
“Solicitamos cooperación a empresas creadoras de tecnología para que niñas, niños, niñes y mujeres puedan aprender el buen uso de las mismas. El servicio de internet fue y es fundamental en el desarrollo de nuestra fundación, como en la vida de la comunidad”, comenta Marisa Mujica, coordinadora del área sociocomunitaria de la Fundación.
FUNDAMIND creció y se proyectó recibiendo y generando noticias. En 1996, recibió el premio Arroba de Oro por crear la primera página sobre SIDA en Argentina. “En 2023 deseamos generar en nuestra comunidad una red de oro comunicacional capaz de sostener y fortalecer a las mujeres y los niños que despiertan todos los días obligados a superar los obstáculos impuestos por las redes de poderes que siguen generando guerras, miseria y pobreza.”
NUESTRA MIRADA
Mujeres en contexto de pobreza, miseria y desconectadas
En el contexto de pobreza y miseria que atravesamos las mujeres argentinas hay poblaciones y grupos que, actualmente, viven sin acceso a la información, por falta de servicios de telefonía e internet.
La observación del espacio en el que vivimos y nos desplazamos cotidianamente es la que nos permite adaptarnos para resolver lo básico, fundamental y necesario para vivir. Pero sin la visión del mundo virtual nuestro conocimiento de la realidad es limitado.
Por años las mujeres trabajamos para lograr ser tenidas en cuenta como personas capaces de ejercer derechos pero globalmente existe aún un enorme desequilibrio producto de creencias, ideologías, distribución de riquezas e ignorancia.
Permanecer en la ignorancia nos aleja de ser consideradas personas al desconocer una gran parte de la realidad que funciona al margen de nuestra existencia, modelándola y transformándola de acuerdo a los objetivos de quienes ejercen poderes.
Saber leer, escribir y tener acceso a la comunicación virtual son hitos fundamentales que marcan nuestros destinos. Cada uno de nuestros días se arma en función de los recursos que poseemos, las decisiones que tomamos de acuerdo a nuestros conocimientos y el ejercicio de nuestros derechos.
La tecnología al servicio de la humanidad genera lazos indestructibles en una red de ondas energéticas que dan visibilidad y poder, permitiendo lograr movimientos políticos y sociales para crear leyes que sirven de estímulo para que seamos respetadas en el acceso al trabajo y su retribución, en la elección de género y maternidad, en la posesión de las herramientas necesarias para lograr turnos de atención en salud, hacer denuncias por maltrato y/o abuso, estudiar, saber qué está sucediendo a nuestro alrededor y poder criar mejor a nuestros hijos.
Menos del 50% de las mujeres están conectadas
Según datos de la Unión Internacional de Telecomunicaciones, menos del 50% de las mujeres están conectadas a internet. Esto se relaciona con el desempleo, el trabajo doméstico y de cuidados y barreras culturales, entre otras cuestiones.
A partir de estos datos, la psicopedagoga Romina Tarifa reflexionó: “Creemos que las niñas nacen con vocaciones relacionadas con oficios y profesiones como la maternidad, los cuidados, lo doméstico y la estética, entre otros, esto lo vemos cada vez que le regalamos una muñeca o un equipo de maquillaje a las niñas y que difícilmente las apoyamos para que jueguen con juegos en internet. Muy alejadas de lo técnico y tecnológico porque se las relaciona con profesiones masculinas y de las ciencias duras.”
Tarifa es Promotora de la Protección y Ciudadanía Digital en la Defensoría del Pueblo de Jujuy y sostiene que “tanto los niños como las niñas demuestran interés y curiosidad cognitiva hacia el desarrollo del pensamiento científico y tecnológico, pero en el caso de las niñas a medida que van creciendo no están teniendo las mismas oportunidades que los niños en sus entornos”.
Políticas para reducir las brechas: el Compromiso de Buenos Aires
En la reciente Conferencia Regional sobre la Mujer, el secretario ejecutivo de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL), José Manuel Salazar-Xirinachs, subrayó que “existe una brecha digital de género que deja a las mujeres y niñas fuera de áreas estratégicas de la educación, de la innovación tecnológica y de la inserción laboral.”
Según la CEPAL, 4 de cada 10 mujeres en América Latina y el Caribe no están conectadas y/o no pueden costear una conectividad efectiva (acceso a Internet, disponibilidad de dispositivos y habilidades básicas para su utilización).
En busca de revertir esa desigualdad, los gobiernos de la región firmaron hace algunos meses el Compromiso de Buenos Aires, donde se comprometen a “promover políticas públicas intersectoriales que incluyan medidas de acción afirmativa para propiciar la participación, la permanencia y la culminación de la educación de las niñas, las adolescentes y las mujeres en las áreas de la ciencia, la ingeniería, las matemáticas y las tecnologías”.
8 de Marzo: “Por un mundo digital inclusivo: Innovación y tecnología para la igualdad de género”
Las Naciones Unidas proponen conmemorar este día con la siguiente reflexión: “Desde los albores de la computación a la era actual de realidad virtual e inteligencia artificial, las mujeres han hecho incalculables contribuciones al mundo digital, que está cada vez más presente en nuestra vida. Los suyos han sido logros contra todo pronóstico, en un campo en el que nunca han sido bienvenidas ni valoradas. Hoy, la persistencia de la brecha de género en el acceso digital impide a las mujeres disfrutar plenamente del potencial de la tecnología”.
! Al tercer trimestre de 2022, luego de dos años consecutivos de crecimiento económico, productivo y del empleo, las mujeres siguen teniendo menor tasa de actividad, mayor nivel de desocupación, sobre todo si son jóvenes, y cuando acceden al trabajo, lo hacen en empleos de menor calidad y en sectores de menor ingreso, advirtió en un informe reciente el Centro de Economía Política Argentina (CEPA).