...junto a chicos y "grandes"

Cada vez más chicos se quedan sin atención ante el colapso de los pediatras

Las entidades profesionales advierten que las condiciones laborales hacen que cada vez haya menos médicos que elijan esa rama y advierten una “crisis grave” del sistema. Las organizaciones que trabajan con la infancia más vulnerable alertan sobre el impacto sobre el desarrollo integral de los niños.

“En cinco años no va a haber pediatras”; “Cada vez menos pediatras y un pronóstico alarmante”; “El único hospital pediátrico de la provincia de Buenos Aires, en estado desesperante”; “Médicos del Hospital de Niños vuelven a advertir sobre la falta de pediatras y camas”; “Murió una niña wichi mientras esperaba ser atendida por un pediatra”; “En Santa Fe están en alerta por la falta de pediatras y prevén una crisis mayor en los próximos años”; “Largas filas para acceder a un control pediátrico”.

Los titulares de las últimas semanas y meses en distintos periódicos de alcance nacional o provincial expresan lo que es un karma cotidiano para miles de familias en distintos lugares del país: chicos que necesitan ser atendidos por cuestiones de salud ya sea rutinarias o por necesidades particulares de su desarrollo y que se topan con la incapacidad de los médicos de recibirlos en un plazo razonable.

El colapso de la atención pediátrica parece haber irrumpido luego de la pandemia y hoy se convirtió en uno de los principales escollos para que los niños puedan ver garantizado su derecho a la salud.

Es decir, cualquier familia puede acceder a los hospitales, centros o salas de salud públicos, CESAC –o incluso privados u obras sociales, si tiene esas coberturas- pero debe esperar largas semanas o meses para que los más pequeños sean atendidos.

En FUNDAMIND, ong que educa, cuida y alimenta diariamente a 200 chicos de 45 días a 3 años, venimos relevando de manera creciente esta problemática entre las familias asistidas. “Cada vez son más las familias que nos dicen que no consiguen turnos. Siempre derivamos al hospital Ramos Mejía, que está acá en el barrio, pero también ahí hay demoras. El año pasado tuvimos que hacernos cargo nosotros de conseguir una pediatra para atender los casos más urgentes”, comentó Gerardo Mitre, presidente de la fundación.

En efecto, el Centro de Primera Infancia (CPI) de FUNDAMIND, ubicado en el barrio porteño de Balvanera, contiene a chicos en situación de vulnerabilidad, con familias que en muchos casos no tienen vivienda ni trabajo estable, muchas de las cuales son inmigrantes y tienen problemas con la documentación y otras que dependen casi exclusivamente de las ayudas que les dan los gobiernos –nacional o municipal- y de la propia fundación para el cuidado, alimentación y educación diaria de los niños.

Tanto a nivel nacional como distrital los programas de primera infancia articulan la política pública con la gestión de organizaciones comunitarias como FUNDAMIND, en la búsqueda de garantizar el ejercicio de los derechos básicos de los niños en riesgo social. Pero, en el caso de la salud, se está encontrando un límite ante la falta de capacidad para atender la demanda.

Hay controles rutinarios, como los que exigen las escuelas para el ejercicio físico a comienzos de año, o estacionales, como los que surgen de las afecciones respiratorias en época invernal, aumentan la presión sobre el sistema. En las últimas horas, de hecho, el Ministerio de Salud de la Nación advirtió sobre el adelanto del pico de demandas de atención por cuadros respiratorios y sobre un aumento de las internaciones por bronquiolitis.

Entretanto, casos de chicos con trastornos de atención, problemas de crecimiento o retraso madurativo, problemas digestivos, u otros que requieren un especial seguimiento, se ven aun mas severamente afectados por los obstáculos en la atención.

El diagnóstico que precisamente desde la óptica de la demanda, a nivel micro, pudo relevar FUNDAMIND, coincide con las advertencias lanzadas de manera reciente por la Sociedad Argentina de Pediatría (SAP) respecto de la decreciente incorporación de profesionales médicos a esa área.

“Hay poco interés en las residencias clínicas. Es una tendencia que viene aumentando todos los años. En muchos hospitales públicos se ve un incremento de vacantes de residencia sobrantes, que no se ocupan”, señaló el presidente de la SAP, Pablo Moreno.

En CABA, el año pasado, el 20% de las vacantes de residencias quedaron sin cubrir, siendo el 30% esa carencia a nivel nacional. “Esto es un peligro. Porque son los residentes quienes muchas veces soportan las cargas laborales de los hospitales públicos”, alertó Moreno, quien puntualizó que “hay una nueva generación de médicos jóvenes que no está dispuesto a trabajar muchas horas por poca plata” y que “en cinco o diez años va ser un escenario muy difícil”.

Desde FUNDAMIND consultamos a Ángela Nakab, especialista en Pediatría y Adolescencia (matrícula nacional N°68722), jefa del Hospital de Día Polivalente del Elizalde (Casa Cuna). “Hay un gran aumento de la demanda por cuestiones estacionales y los servicios se saturan. Hay cargos que no se cubren y la cantidad de profesionales va a ir decreciendo porque cada vez menos gente se postula a la pediatría porque exige muchas horas de dedicación y bajos honorarios”, confirmó.

Tal como reflejaron algunos medios televisivos en las últimas horas, hay hospitales cuyas guardias están colapsadas y familias que deben dedicar un día entero a viajar por distintos hospitales hasta que logran ser atendidas, después de largas esperas.  “Hay una sobredemanda por patologías estacionales. Eso se suma a que durante la pandemia muchas familias discontinuaron los controles y las vacunaciones y ahora están queriendo retomarlos”.

Nakab, a cargo también de la subcomisión de Comunicación de la SAP, nos indicó: “Si bien es cierto que muchos turnos se dan alejados en el tiempo, sugerimos que la gente los saque y concurra. Si no puede, que avise para que otra persona lo tome. También pedimos no saturar las guardias con casos que pueden resolverse a través de la demanda espontánea.”

TESTIMONIOS

Eliana tiene dos niños con dificultades en el desarrollo: uno de 10 años y el menor, de tres años, quien concurre al CPI FUNDAMIND desde que tiene dos. Desde el 2022 está tratando que Efrain –que actualmente tiene 3 años– logre completar los estudios específicos indicados por la médica de cabecera, para estimular el desarrollo de su hijito,  pero aún no lo ha logrado. Para consultar con Otorrinología tuvo que acudir a un servicio particular. A Efrain, le ordenaron Potencial Evocado Auditivo de Tronco Cerebral con búsqueda de Umbrales -por su trastorno de leguaje- ya que sólo dice: algunas veces la palabra papá y desde hace dos meses Eliana le escuchó decir alrededor de 5 o 6 veces: Pepa. El turno para el Potencial evocado fue imposible de lograrlo en hospitales y en privado, imposible pagarlo. En Marzo 2023, Eliana concurrió nuevamente al pediatra para explicar su situación y le indicó que solicite turno en Neurología, pero aun no ha logrado que se lo den. Continúa llamando al 147 para intentar conseguirlo. Entretanto, la situación de Efrain es la misma: no incorpora límites, no habla -aunque las docentes lo estimulan cotidianamente  dedicándole toda la atención especial que pueden-. Efraín dejará el CPI FUNDAMIND a fin de año y de no conseguir ningún tratamiento para estimular su desarrollo llegará a la sala de 4 -en Educación- con las mismas dificultades, pese al esfuerzo que hace su familia para que se desarrolle acorde a su edad y al peregrinaje hospitalario de Eliana.

Natalia tiene un niño de 3 años que ingresó al CPI FUNDAMIND en 2023. Ella  trabaja, vive sola en esta ciudad,  sin contención  familiar y alejada del padre del niño por las situaciones de violencia a la que los sometió. Ni bien se dio cuenta que su hijito no crecía como los demás niños -ya que le costaba comer y  no pronunciaba palabra alguna- fue a distintos hospitales y trató que los pediatras le dieran derivación para que a Ariel lo viera alguien del área de psicología, pero no tuvo éxito. Este año, luego de tener que mudarse, cambió de hospital y logró turno con una pediatra que la derivó a Neurología, Alergias Y Gastroenterología. En el mismo hospital logró turno para  Neurología para dentro de 3 meses, para gastroenterología también tres meses y para Alergista no, porque ese hospital no tiene especialista en alergias. Y bueno… dice resignada, el lunes comienzo a trabajar en blanco y ni bien pueda pagaré consulta con el Alergista hasta que obtenga la obra social.

Nora está muy feliz porque logró quién va a estimular en lenguaje a su hijita Tina, quien desde el 2022 concurre a FUNDAMIND. Ese año, al comenzar sala de Uno las docentes advirtieron las dificultades que Tina tenía con el lenguaje oral. En ese momento, Nora, con derivación en mano para Fonoaudiología,  comenzó a solicitar turno en el Hospital y en el CESAC. Insistió, cada vez que pudo y finalmente en diciembre del 2022 comunicó al CPI que había logrado un turno. Su alegría duró una semana porque le suspendieron el turno a la vez que le prometieron que en quince días volverían a comunicarse por whatsapp para otorgarle otro turno. Finalizó el año y nada….. Llegó Abril, nada. Nora vio un cartel que decía que los niños con trastornos en el desarrollo se pueden atender en una Escuela de Educación Especial. Llamó y –mágicamente- le dieron un turno. Actualmente Tina concurre al tratamiento de la escuela. Nora, docentes y equipo celebramos la oportunidad que se le dio a la niña mientras esperamos ansiosas la comunicación verbal de Tina.

BRONQUILITIS

Es una infección respiratoria aguda que ocurre con mayor frecuencia en los meses de otoño-invierno y afecta sobre todo a los menores de 1 año.

Menores de 3 meses, prematuros y aquellos con problemas crónicos de salud (como las cardiopatías, las enfermedades pulmonares crónicas o el compromiso de la inmunidad) tienen más riesgo de presentar formas graves.

Síntomas:
Respiración muy rápida.
Aletea la nariz.
Se le hunde el pecho o las costillas al respirar.
Se queja mientras respira.
Entrecorta la alimentación o le cuesta prenderse al pecho.
Esta irritable o le cuesta dormirse.
Color azulado en la piel, las uñas o los labios debido a la falta de oxígeno (cianosis): en este caso necesita tratamiento urgente.

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Prevención de enfermedades respiratorias

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