Un año después de la masiva movilización motivada por la consigna Ni Una Menos, la ciudadanía organizada vuelve a reclamar a los poderes públicos nacionales, provinciales y municipales que declaren la Emergencia y apuntalen las acciones de prevención. La alarma se enciende con un nuevo femicidio cada 30 horas.
Marisel Zambrano fue asesinada por José Manuel Alejandro Zerda el 13 de junio de 2008, que luego de golpearla en el rostro y en el cráneo, se retiró dejándola muerta en la cama al lado de su bebita. Desde ese entonces, en la La Casa del Encuentro, funciona el Observatorio de femicidios que lleva su nombre y realiza el registro de asesinatos de mujeres a partir de los casos publicados en diarios y agencias de noticias de todo el país.
Entre 2008 y 2015, en la Argentina fueron asesinadas 2094 mujeres. Según el último informe anual, entre el 1º de enero y el 31 de diciembre de 2015, hubieron 286 femicidios distribuidos entre ñiñas y adultas, de los cuales 111 casos se localizaron en Buenos Aires; 23 en Santa Fe y 19 en Salta.
De ese total, 27 habían hecho denuncias previas solicitando ayuda en el Poder Judicial. Otro dato relevante es que el 60% de los asesinatos fueron cometidos por parejas y ex parejas, y en un 6% por integrantes o ex miembros de fuerzas armadas o de seguridad.
La investigación realizada por el Observatorio de Opinión Pública de la UADE en CABA y GBA revela, por otro lado, que el fenómeno no se restringe a un sector social o nivel educativo. Por el contrario cualquier mujer puede ser víctima de violencia de género.
El año pasado, la ONU presentó el Primer Protocolo Iberoamericano para investigar los crímenes contra mujeres desde una perspectiva de género y considerar al femicidio como algo específico con características típicas que no son lo mismo que cualquier otro asesinato o situación de violencia callejera. Los precedentes que impulsaron esta iniciativa son las cifras preocupantes en toda América y los femicidios sistemáticos, por ejemplo, como los ocurridos en la Ciudad de Juárez en México. La sistematización y el seguimiento de información estadística resultan fundamentales para el desarrollo de políticas públicas en materia de prevención de violaciones a los derechos humanos específicos de las mujeres, es por eso que las organizaciones vienen solicitando la puesta en marcha del Plan Nacional de Acción para la Prevención, Asistencia y Erradicación de la Violencia contra las Mujeres.
La ley 26.485, sancionada en 2009, se pondrá en marcha en julio de este año, según informó la presidenta del Consejo Nacional de las Mujeres, Fabiana Túnez.
Mientras tanto, las organizaciones de mujeres y otras que también motorizan la causa Ni Una Menos prevén movilizarse nuevamente este 3 de junio, actualizando el reclamo que muchas sostienen desde hace varios años, de que el Estado declare la Emergencia Nacional por violencia contra las mujeres.
En algunas provincias, como Salta, fue declarada la emergencia provincial, pero en otras los gobiernos retrasan la decisión y están provocando más protestas de la sociedad civil, como está sucediendo en Mendoza, Río Negro, Entre Ríos y Santa Fe, Mar del Plata y San Martín. En muchos lugares, entre ellos, frente al Congreso de la Nación, el grito Ni Una Menos este viernes volverá a oírse fuerte.
- La Ley (Nº 26.485) de Protección Integral a las Mujeres, promulgada el 1 de abril de 2009, entiende por violencia contra las mujeres toda conducta, acción u omisión, que de manera directa o indirecta, tanto en el ámbito público como en el privado, basada en una relación desigual de poder, afecte su vida, libertad, dignidad, integridad física, psicológica, sexual, económica o patrimonial, como así también su seguridad personal.
- La Línea telefónica Nacional 144 está destinada a brindar información, orientación, asesoramiento y contención para las mujeres en situación de violencia de todo el país, los 365 días del año, las 24 horas, de manera gratuita.
FUNDAMIND trabaja desde 1990 en la prevención de la violencia, con programas específicos para neutralizar las causas que originan y estimulan actos violentos en la familia, como son la falta o pérdida del trabajo, la sumisión cultural femenina, el consumo de drogas y alcohol y la anomia por desarraigo.
- Falta o pérdida del trabajo: Para esta situación FUNDAMIND tiene un programa de ayuda alimenticia que provee viandas de merienda y cena para todos los integrantes de la familia. Este aporte tranquiliza tanto a mujeres y hombres responsables de hogares, para encarar con mayor fortaleza la búsqueda de trabajo. Además desarrolla talleres para informar acerca del valor nutricional de los alimentos y practicar las recetas más económicas.
- Sumisión cultural femenina: Esta es una condición del ser femenino que se ha sostenido desde los orígenes de diferenciación de sexos y va disminuyendo desde la concepción de género (el rol adquirido por cada persona de acuerdo a sus componentes psíquicos). FUNDAMIND estimula el fortalecimiento femenino a través de talleres que mejoran la autoestima, imparten conocimiento e información acerca de los centros de asistencia psicológica, trabajando en red con el Centro Integral de la Mujer Arminda Aberastury y el Centro de Atención de Violencia Margarita Malharro, las defensorías y asistencias jurídicas gratuitas de la Ciudad de Buenos Aires.
- Consumo de drogas y alcohol: Desde los inicios de la institución implementamos talleres de prevención del consumo de drogas y alcohol, no sólo porque en aquella época el VIH -cuya prevención es parte de nuestra misión- se transmitía por el uso de drogas inyectables, sino también porque nos comprometimos con la disminución de la violencia en las familias para lograr el “buen trato a los niños”, educando con amor.
- Anomia por desarraigo: Esta situación se da en familias que llegan a Buenos Aires, desconociendo el medio. Algunas se acercan desorganizados familiarmente, a causa de no poder cumplir con las pautas y normas que rigen la vida en la gran ciudad. Acostumbrados a un sistema de vida en el que los padres son los ejes económicos y emocionales de la familia, la falta de la presencia física de ellos en Buenos Aires, desorganiza a la familias jóvenes que tienen que aprender a moverse en un medio desconocido sin la orientación materna y paterna. FUNDAMIND trata de convertirse en factor de resiliencia y les posibilita lograr el equilibrio familiar.
«Nuestra experiencia indica que a partir de la implementación del concepto de género, en ocasiones aparece el femenino como único género y la violencia de género ejercida hacia la mujer como la única violencia. La violencia se origina en el trato injusto que soportan los más pobres. Los niños no pueden denunciar hasta que alcanzan una edad en la que toman conciencia de la violencia que padecen y las mujeres hasta que logran concientizarse y animarse.
En nuestro trabajo cotidiano observamos que las campañas de prevención de violencia hacia la mujer son importantes, pero como todas campañas tienen que estar acompañadas de instituciones que puedan hacerse cargo de las denuncias y aplicar la ley con justicia. Los reclamos populares dan cuenta -en muchas oportunidades- que esto no sucede. FUNDAMIND trata de fortalecer a mujeres y hombres porque considera que la única manera de colaborar en la erradicación de la violencia es lograr una comunidad con necesidades básicas cubiertas, educada a partir del amor y capaz de superar obstáculos con respuestas constructivas.»
Marisa Mujica. Coordinadora General del Área Socio-Comunitaria de FUNDAMIND