En Fundamind contenemos a las madres que más lo necesitan. Con ellas, celebramos también la diversidad de las familias que son parte de nuestro Centro de Primera Infancia. El contexto: una brecha salarial del 26% en contra de las mujeres, obstáculos para ejercer derechos y violencia de género.
De los 300 chicos de 45 días a 3 años que todos los días se alimentan, se educan y juegan en el CPI de FUNDAMIND, una gran parte está a cargo de mujeres relativamente jóvenes y solas.
Ellas principalmente se hacen cargo del hogar, de cuidar a sus hijos y de afrontar todas las dificultades que existen en estos tiempos para las mujeres en nuestra sociedad.
No son pocas las que se ven o se han visto sometidas a alguna situación de violencia, hay sea física, psicológica o laboral. La situación de pobreza e informalidad laboral, la precaria condición habitacional y la procedencia en muchos casos de otros países las dejan más expuestas todavía.
Por eso en FUNDAMIND trabajamos con ellas, las convocamos a talleres, brindamos asistencia alimentaria, contención psicológica, educación sexual y otras acciones que las empoderan para seguir adelante.
Este es el escenario en el cual nos topamos con el Día de la Madre. Que es, en realidad, un Día de la Familia, en cuya celebración quisimos hacer partícipes a todos y todas los integrantes del hogar.
No solamente madres, también hay tías, primas, hermanas, abuelas… el rol de madre está por todos lados. Y viene de todos lados, porque en Fundamind hay familias argentinas pero también bolivianas, peruanas, dominicanas, puertorriqueñas, venezolanas…
Qué mejor coincidencia para festejar juntos el Día de la Madre y la Familia y el Día de la Diversidad Cultural, es decir, el 12 de Octubre.
El viernes 18, con un salón colmado, FUNDAMIND se vistió de fiesta con todos los colores, todas las danzas, todas las comidas y todas las tonadas de estas familias que buscan un futuro mejor para ellas y para sus hijos.
“Compartimos el día a día del crecimiento de cada chico y a eso le queremos sumar la participación de las familias. Las madres, puntualmente, son mujeres que hacen frente a todo tipo de dificultades y con su fortaleza y las herramientas que podemos sumarles tratar de ir para adelante aún en condiciones de vulnerabilidad”, señala Marisa Mujica, coordinadora del área socio comunitaria de FUNDAMIND.
¿Un lugar mejor?
Según las Naciones Unidas, “hoy el mundo es un lugar mejor para las mujeres que en el pasado”.
¿Por qué ese diagnóstico? “Son menos las niñas forzadas a contraer matrimonio a temprana edad, más mujeres están sirviendo en el parlamento y en cargos de liderazgo y se están reformando las leyes para promover la igualdad de género”.
Pero no es todo color de rosa. “A pesar de estos avances, las leyes y las normas sociales discriminatorias permanecen muy generalizadas, así como las prácticas lesivas y otras formas de violencia contra mujeres y niñas”, advirtió la ONU en un informe sobre el avance hacia los Objetivos de Desarrollo Sostenible.
En el documento, publicado hace algunas semanas, hay varias alertas en torno del ODS 5, relativo a la igualdad de género. Las mujeres “siguen enfrentándose a obstáculos con respecto a su salud y derechos sexuales y reproductivos, que incluyen restricciones legales y la falta de autonomía en la toma de decisiones.”
¿Qué implica, en estas condiciones, ser madre? Los avances y obstáculos referidos en el informe de los ODS pueden verse graficados en datos difundidos por el Instituto Nacional de Mujeres: 4 de cada 10 jefaturas de hogar en Argentina recaen en el género femenino. Sin embargo, la brecha salarial de género se ubica en torno del 26% a favor de los varones.
Esto hace que muchas madres deban redoblar esfuerzos para mantener el hogar. Cualquier sea la edad del o de los hijos, mientras estén bajo el mismo techo los gastos se suelen multiplicar.
Si tienen ayuda financiera de la ex pareja o de un familiar, el bolsillo puede verse aliviado, pero algunos consejos sirven para tratar de amortiguar la situación. Por ejemplo, planificar los gastos fijos de cada mes con un 70 por ciento de los ingresos y evitar que otros gastos superfluos se lleven más del 30 por ciento de los ingresos.
Si hay margen, ahorrar un porcentaje entre 5 y 10 por ciento por mes para gastos eventuales, que pueden surgir por problemas de vivienda, de salud u otros. Finalmente, la mujer “sola” con sus hijos puede involucrarlos en los menesteres económicos. Aún niños de corta edad pueden asimilar cómo y cuánto gastar y ayudar, a su manera, a sostener el presupuesto familiar.
El empoderamiento femenino no solamente fortalece a la mujer sino que la pone frente a nuevos desafíos. Indudablemente, son necesarios cambios sociales que ayuden a esa madre que hoy afronta dificultades para liderar con autonomía la jefatura de su hogar.
En ese sentido, el INAM presentó hace algunos días un Plan Nacional de Acción para la Autonomía Económica de las Mujeres, con el fin de articular con el sector público, privado, sociedad civil y organismos internacionales.
Ganar-Ganar: La igualdad de género es un buen negocio es una iniciativa impulsada por la Entidad de la ONU para la Igualdad de Género y el Empoderamiento de la Mujeres (ONU Mujeres), la Organización Internacional del Trabajo (OIT) y la Unión Europea (UE) como principal financiador.
“Hoy persisten significativos niveles de desigualdad entre mujeres y varones, en el acceso al trabajo decente y la eliminación de la brecha salarial por motivos de género, entre otros”, sostuvo la representante de ONU Mujeres en Argentina, Florence Raes.
“Para lograr la independencia de las mujeres es necesario promover su autonomía económica”, afirmó Aude Maio-Coliche, embajadora de la Delegación de la UE en nuestro país.
Entre otros objetivos, los organismos internacionales y nacionales encargados de promover la igualdad de género buscan fortalecer el liderazgo de las mujeres en los negocios, aumentar su participación en la fuerza de trabajo, mejorar su acceso al trabajo decente y a la seguridad de sus ingresos, al emprendimiento y a la autonomía y al empoderamiento económico.
A las problemáticas de la maternidad en esta época, se puede sumar otro ingrediente. ¿Qué pasa cuando es una adolescente esa madre que debe hacerse cargo de un hijo en un contexto de desigualdad de género flagrante?
Según Unicef, cada seis minutos una adolescente da a luz y por día nacen siete bebés de niñas menores de 15 años. Latinoamérica es la segunda región del mundo con la tasa más alta de embarazo no planificado en la adolescencia.
Esto habla a las claras de la necesidad de instaurar algún tipo de educación sexual efectiva en el sistema educativo, independientemente de los conocimientos que puedan adquirir en el hogar.
El 34,4% de las y los adolescentes no utilizó ningún método anticonceptivo en su primera relación sexual. De ese total, el 47,4% fue por falta de información o información errónea vinculada con mitos falsos y el 33,3% fue porque “él no quería”.