“Para poner fin al sida, el mundo necesita que las comunidades vayan a la cabeza”, dice Onusida en ocasión de celebrarse este 1 de diciembre un nuevo Día Mundial del Sida.
Es un reconocimiento y un impulso para organizaciones como FUNDAMIND, que nació hace 33 años con la misión de -entre otros objetivos relativos al bienestar de la primera infancia- eliminar la transmisión vertical del VIH.
En ese camino, se convirtió en una referencia a nivel nacional y latinoamericano, fomentando la prevención a lo largo y ancho del país con un móvil propio y volcando a muchas figuras del deporte, el espectáculo, empresarios y voluntarios anónimos a la consigna No Más Chicos con Sida.
“Las organizaciones de comunidades que viven con el VIH, que corren el riesgo de contraerlo o que se han visto de alguna manera afectadas por el virus están en la primera línea de la lucha para progresar en la respuesta al VIH”, plantea con acierto la oficina de Naciones Unidas dedicada a la lucha contra el Sida.
Y su consigna en este 2023 sirve como llamado de atención a quienes ejercen funciones de gobierno: “Las comunidades conectan a las personas con los servicios de salud pública centrados en las personas, generan confianza, innovan, supervisan la implementación de políticas y servicios, y responsabilizan a los proveedores”.
Para Onusida, este 1 de noviembre “es más que un mero homenaje a los logros de las comunidades, es un llamamiento a la acción para habilitar y apoyar a las comunidades en sus puestos de liderazgo”.
¡Que así sea!
EL SIDA EN CIFRAS
Hay una ralentización en el ritmo al cual se van reduciendo las nuevas infecciones por el VIH, se va aumentando el acceso al tratamiento y se va terminando con las muertes relacionadas con el sida.
1,3 millones de personas contrajeron el VIH el último año.39 millones de personas estaban viviendo con el VIH.
630 mil personas murieron por enfermedades relacionadas con el sida.